Clint Eastwood, el veterano cineasta de 95 años, ha dirigido a numerosos actores de Hollywood a lo largo de su carrera. A pesar de los rumores sobre su retiro, Eastwood ha reafirmado su intención de seguir haciendo películas, destacando que la experiencia le permite mejorar con el tiempo.

En su trayectoria, ha trabajado con grandes figuras como Meryl Streep y Morgan Freeman, pero uno de los encuentros más destacados fue con Leonardo DiCaprio en el biopic J. Edgar de 2011. Aunque la película no fue bien recibida, DiCaprio dejó una impresión duradera en Eastwood.

Un gesto significativo por parte de DiCaprio reveló su compromiso con el arte: aceptó reducir su salario un 90% para participar en el filme, pasando de 20 millones a solo 2 millones de dólares. Eastwood elogió esta decisión, reconociendo que el actor prioriza la diversificación de su carrera, más allá del éxito comercial.

A pesar de las diferencias rumoreadas en el set, esta experiencia cimentó un respeto mutuo entre ambos artistas. Aunque Eastwood deseaba trabajar nuevamente con DiCaprio, el actor optó por unirse a otro proyecto de Quentin Tarantino. Este episodio resalta no solo la ética profesional de DiCaprio, sino también la admiración que despierta en uno de los directores más icónicos de la industria del cine.