La saga 'Transformers', dirigida por Michael Bay y producida por Steven Spielberg, ha sido una de las franquicias más exitosas de Hollywood. Sin embargo, detrás de cámaras, no todo fue armonioso. Un episodio particularmente polémico fue el despido de Megan Fox, quien interpretó a Mikaela Banes en las dos primeras entregas.

Durante la promoción de 'Transformers: La venganza de los caídos' (2009), Fox comparó a Bay con Hitler en una entrevista para Wonderland, afirmando que el director "quiere ser como Hitler en los sets, y lo es. Es una pesadilla trabajar para él". Estas declaraciones llegaron a oídos de Spielberg, quien, según Bay, solicitó su despido inmediato. Como resultado, Fox no participó en la tercera película, 'Transformers: El lado oscuro de la luna' (2011), siendo reemplazada por Rosie Huntington-Whiteley en el papel de Carly Witwicky.

Bay comentó que Fox parecía desinteresada durante los ensayos y que estaba "en un mundo diferente, en su BlackBerry". A pesar de la controversia, ambos han mantenido contacto en años posteriores, intercambiando mensajes cordiales.

Este incidente resalta cómo las tensiones en el set pueden influir significativamente en el desarrollo de una franquicia cinematográfica y en las carreras de los involucrados.